Ecosistemas de Venezuela
jueves, 13 de noviembre de 2014
ECOSISTEMAS PELÁGICOS
Están
conformados por las diferentes comunidades de organismos, animal o
vegetal, que se encuentran en suspensión en el medio acuático marino.
Entre éstos, se destaca el fitoplacton (algas microscópicas),
zooplancton (invertebrados muy pequeños), algunas algas y peces,
tortugas marinas, delfines y ballenas que se encuentran en el mar, entre
muchos otros.
TEPUYES
Son
tipos muy especiales de ecosistemas, típicos de regiones con
características ambientales muy particulares como son los Andes
venezolanos y formaciones rocosas al sur del Estado Bolívar, entre las
que se destaca el famoso Roraima. Presentan una flora y fauna que le
son, en su mayoría. Propias o endémicas. Por ejemplo: el frailejón y el
cóndor andino, en los páramos, y la rana del Roraima, en los tepuyes.
PÁRAMOS
Los
páramos son ecosistemas de montaña andino que pertenecen al Dominio
Amazónico. Se ubican discontinuamente en el Neotrópico desde altitudes
de aproximadamente 2900 metros sobre el nivel del mar, hasta la línea de
nieves perpetuas. Van desde Venezuela, y Colombia hasta el norte del
Perú; en Venezuela, Colombia y el norte del Ecuador están caracterizados
por la presencia de los "frailejones" que pertenecen al complejo
Espeletia (más de 200 especies); además de los "frailejones", hay muchos
géneros y especies vegetales endémicas del Páramo, y también hay
vegetales de amplia distribución pero que no son los determinantes.
También existen pequeñas extensiones de páramo en Costa Rica y Panamá.
ARRECIFES CORALINOS
Constituyen
ecosistemas muy complejos, conformados por los denominados corales, de
los cuales existe toda una gama de formas y colores distintos a los que
se asocia una gran diversidad de flora y fauna marina. Un ejemplo típico
en Venezuela, son los arrecifes coralinos en el Archipiélago de los
Roques.
MATORRALES O ARBUSTALES
Formaciones
vegetales de baja estatura, localizadas en las zonas áridas o
semiáridas (ecosistema xerofítico); generalmente caracterizadas por
plantas con tallos y hojas gruesas para almacenar agua o bien hojas muy
reducidas y espinas para evitar la pérdida excesiva de agua por proceso
de transpiración. Éstos son los casos denominados cardonales y
cujizales, entre otros, que observamos cuando viajamos por Anzóategui,
Falcón, Lara, Zulia y Nueva Esparta. Albergan una gran variedad de
animales, entre los que podemos citar: conejos, iguanas, cascabeles,
palomas y otros.
MANGLARES
Estas formaciones
de vegetales arbóreas se observan al acercarnos a las costas
venezolanas, lagunas costeras y desembocadura de los ríos. Impresionan
por su exhuberancia y abundancia de especies animales, especialmente
aves de diferentes colores como las corocoras rojas y negras, flamencos,
garzas blancas, rosadas, grises y azules, alcatraces, entre otros. Las
diferentes especies de mangle (rojo, blanco y negro), de las cuales
deriva su nombre de manglar, presentan adaptaciones características a
esos ambientes salinos, inundados y con poca oxigenación; esto es,
ambientes con gran actividad de deposición de sedimentos, sujetos a la
acción de las corrientes, mareas y fluctuaciones de salinidad.
La integración de todos estos elementos los hace ecosistemas de una alta fragilidad a las perturbaciones antrópicas. De esta manera, el mangle contribuye a la consolidación de los suelos en las zonas costeras y le va ganando terreno al mar. Se observa la presencia de raíces aéreas tipo “zancos”.
SABANAS
Áreas
de vegetación dominada por una cubierta continua de plantas herbáceas,
dando la apariencia de grandes “alfombras” como fondo, en medio de las
cuales, ocasionalmente, aparecen árboles individuales, pequeñas
agrupaciones de éstos o se ven interrumpidas por estrechas franjas o
cintas de vegetación a lo largo de causes de agua (quebradas, ríos,
caños), conocidos como bosques de galería.
Dependiendo
de las características del suelo, la disponibilidad de agua y el
régimen de inundación, existen diversos tipos de sabanas. Así podemos
observar grandes extensiones abiertas, donde sólo predominan gramíneas y
algunas herbáceas no graminoídes de porte bajo. También, sabanas
arboleadas donde aparecen árboles solitarios o pequeñas agrupaciones de
ellos. Finalmente las sabanas de palmas. Esta gran gama de ambientes
ofrece condiciones para albergar un gran número de especies animales
como cachicamos, osos hormigueros, venados, conejos, garzas, gavilanes,
palomas, entre otros.
BOSQUES
Formación vegetal caracterizada por la
predominancia de elementos arbóreos, por lo general, de gran altura y
con uno o más estratos continuos conformando una estructura que alberga
una gran variedad de otras plantas. Unas, sobre sus ramas, las epífitas;
otras que cuelgan o trepan por ellas; las lianas y trepadoras; y otras
que se “abrazan” fuertemente a sus troncos, las estranguladoras. En
estos majestuosos entramados de plantas se encuentra gran cantidad de
animales silvestres (mamíferos, aves, reptiles, anfibios, insectos),
quienes lo utilizan como refugio, para alimentación y para reproducirse.
Existen diversos tipos de bosques:
Los bosques secos tropicales, los cuales se localizan en las tierras bajas, donde llueve muy poco y botan todas o casi todas sus hojas durante la época de seca, por lo que sus especies son, en su mayoría, caducifolias. Los bosques húmedos, caracterizados por altos niveles de precipitación, esto es, llueve durante casi todo el año, sus especies son siempre casi verdes y se encuentran cubriendo montañas y valles; entre estos tenemos los bosques del Delta del Orinoco e Imataca y San Carlos de Rió Negro en el Amazonas.Los bosques nublados ocupan las partes altas de las montañas y están cubiertos casi permanentemente por nubes, dando la impresión de una lluvia incesante. Por ejemplo, los bosque de l parque Nacional Yacambú, en el Estado Lara; en el parque Henri Pittier en Aragua y en la Sierra de Lema, Piedra de la Virgen, subiendo hacia la Gran Sabana.
Los
bosques ribereños o selvas de galería, los cuales siguen los cursos y
formas de los ríos y quebradas, ya que se desarrollan bordeándolas.
Entre éstos se destacan los denominados bosques de morichal o
morichales, los cuales son asociaciones boscosas donde predomina la palma
moriche. Suministran alimentos a una gran variedad de animales
silvestres como lapas, chigüires, murciélagos, loros y guacamayos, entre
otros; por lo que albergan una buena diversidad de fauna y constituyen
la fuente de la materia prima para la construcción de viviendas y
alimentación de algunas etnias, principalmente Waraos.
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